jueves, 22 de noviembre de 2012

Albert Nobbs, una oportunidad para verificar que la verdad nos hace libres..



El argumento de la pelìcula Albert Nobbs nos presenta a una mujer que se disfraza como hombre para poder trabajar en una casa de huéspedes en la ciudad de Dublín  y sobrevivir en la Irlanda de la época victoriana del siglo XIX. Tres décadas después se encuentra perdida dentro una personalidad que emplea como fachada y que ha diluido por completo la suya. Construye su propia prisión hasta que esta careta se resquebraja cuando ya no se puede sostener más.


Esta recreación de un personaje irreal se puede extrapolar a una realidad no tan simulada. La que viven de hecho muchas personas que tienen que esconder una de las facetas de su personalidad para ajustarse a la colectividad. La sociedad utiliza muchas formas de discriminación para hacer una distinción o segregación que coloca en una posición desventajosa a muchas minorías.
El ocultar lo que soy no es sostenible para ninguna persona, porque significa la limitación de sus capacidades naturales. Esto nos coloca en una posición de desventaja al sentirnos muchas veces desprotegidos o atrapados sin quererlo en las redes de un  convencionalismo falso. Los elementos discordantes y sin armonía en nuestras vidas se pueden reflejar en los sentimientos y emociones que crean desequilibrios y hasta enfermedad.
Para muchos de nosotros el “firmar la paz con mi naturaleza esencial”, es un gesto, que nos da algunas herramientas para ser los constructores en el plano material de nuestra propia existencia. El reconocer lo que se soy ahora es palpar nuestra autenticidad. El confrontar y confrontarnos con nuestra misma esencia es una forma de desarrollar nuestra identidad, ser consecuentes y responsables de nuestros actos. Una persona íntegra no puede dejarse llevar por el desconocimiento o la ignorancia de otros, esto nos aprisiona. Allí yace la oportunidad para poner las cosas en orden. La sanación empieza en nuestro interior. La posibilidad de amar está a nuestro alcance si permitimos amarnos a nosotros mismos. La confianza en sí mismo nos abre posibilidades, nos da alas. La verdad nos hace libres.  

martes, 20 de noviembre de 2012

Firmar la Paz con la Tierra es hacerlo con nuestra propia conciencia.



El firmar la Paz con la Tierra siempre lo hemos asociado a encontrar la paz interior. Este es un postulado que enunciamos en el yoga como una “fuerza vital”: en que nos alineamos al “propósito de la vida en la Tierra”. Esta premisa nos diferencia de miles de otras iniciativas que luchan por el planeta pero sin hacer un verdadero ejercicio introspectivo.  

Para muchos de nosotros “firmar la paz con mi naturaleza esencial” es factible sí, haciendo un profundo autoanálisis, “recordamos” lo que somos e indagamos sobre la misión que podemos y/o debemos cumplir en el gran proyecto planetario. Hacer sostenible la vida en la Tierra es totalmente compatible con nuestro crecimiento espiritual y superación personal. 

Este es un proceso que hemos experimentado los que encontramos en el Yoga para el Alma la oportunidad de  buscar, reconocer  y contrarrestar las fuerzas dominantes en nuestro cuerpo mental (o mente). Muchos son patrones de pensamiento adversos que se transforman en ondas vibratorias negativas que nos inducen al miedo, el enojo, la tristeza y desesperación. Al alimentar las obsesiones y tensiones nos estancamos. Estos sentimientos son inspirados por el ego humano y van creando pensamientos tóxicos que pueden gradualmente contaminar el cuerpo, llegando muchas veces a enfermarlo. 

Estamos en un contexto en que cada vez se hace más difícil que alguien imagine un futuro brillante y promisorio. Somos incapaces de encontrar la alegría y serenidad en nuestra vida. Parecen sobreponerse las intenciones y acciones motivadas por egos siempre insatisfechos y ambiciosos de poder.
Con un trabajo conciente logramos sintonizarnos hacia las frecuencias vibratorias requeridas para contrarrestar estas formas discordantes de pensamiento, y de baja frecuencia. 

En el Yoga para el Alma se dispone de un método para despertar las facultades y las elecciones del alma animando los dones, las fuerzas, las cualidades y las afirmaciones del alma. (Ver 1) Con estas guías vamos  refinando y elevando los patrones de frecuencia utilizando el discernimiento para aprender a reconocer lo cierto. Volvemos a ver hacia nuestro interior.  Esto nos permite ganar un sentido elevado de auto-conciencia, y nos lleva a ver el panorama completo. La importancia de este hecho es que iniciamos con un despertar en que podemos alcanzar un nuevo nivel de consciencia espiritual y con mucha profundización descubrimos que somos Conciencia Pura.

Somos constructores en el plano material de nuestra propia existencia. Podemos hacer resonar nuestro cuerpo y mente en las frecuencias de la armonía, transmitiéndoles un sentimiento de equilibro y bienestar. Es un ejercicio sano neutralizar y armonizar muchos de los rasgos negativos de la personalidad. Todos los patrones de frecuencias negativos tenderán a desaparecer cuando paremos de alimentarlos con desequilibrios, restricciones y energías descendentes que solo llevan a la oscuridad. Esta confrontación es una gran oportunidad para re-evaluarnos, revisarnos y actualizarnos con una sana autocritica.

Podemos potenciar nuestras virtudes, cualidades, talentos y habilidades si participamos de este proyecto cuya meta final es invaluable: hacer sostenible la vida en la Tierra, participando en el proceso de construir desde los cimientos de cada alma “una Nueva Era de Paz con la Tierra”. Apelemos a nuestro potencial de auto maestría y poder co-creativo emergente. La energía de la colaboración podría permitir el trascender lo conocido. Ya Krishnamurti, había propuesto que: “…hay una sola conciencia de la humanidad… Es toda una única conciencia”… “la conciencia de la humanidad es una totalidad inseparable.”… También dice que “la conciencia del mundo es mi conciencia”. Estas afirmaciones preceden a nuestra idea de que en realidad SOMOS UNO con la Conciencia Planetaria. Somos responsables de todo lo que le suceda a nuestra Madre Tierra, su sanación es la sanación de nuestro propio corazón. El proyecto social humano no puede seguir desintegrado de esta CONCIENCIA PLANETARIA, maravillosamente diversa y generosa. En realidad SOMOS UNO, en Divinidad y Gratitud.




La energía del SÍ

Sí es posible y lo estamos logrando. Por eso es tan estimulante todo este proceso del Día Uno. Siempre se ha trabajado para que energéticamente se sume hacia lo positivo. Se trata de trabajar por una idea, un ideal, un sueño, o una visión anexando voluntades, reuniendo espíritus optimistas, labrando sendas de esperanzas por un mundo en que no todo está perdido. 

Vibramos en modo positivo atrayendo personas, cosas o situaciones que nos transmiten armonía y alegría porque para nosotros es posible un viraje de timón. Esta es la mecha que enciende el motor que guía a unos pocos aventurados, (al inicio) cuyo atrevimiento y visión de futuro puede ser el germen que contribuya a la humanidad a dar un salto cualitativo. 

La vibración de muchos hará que por sinergia mucha gente e instituciones se integren a una causa que puede dar como resultado algo más grande y extraordinario que la simple suma de muchos esfuerzos bien intencionados pero muy atomizados. Ya los logros impresionan, las nueve tribus costarricenses sentadas trabajando en un proyecto común, la Alianza Carbono Neutral, y muchos líderes espirituales de todo el mundo haciendo una oración común.  

Encenderemos el fuego que procura la unión de muchas tribus humanas y creemos que se puede lograr un mundo mejor cambiando nuestra actitud. Podemos lograr una Era de Unidad y de Paz con la Madre Tierra si cada uno de nosotros está en paz consigo mismo y con su naturaleza esencial.

Un “sí”, se activa una liberación de dopamina, la hormona de la recompensa y el bienestar.

El 19 de noviembre del 2012 salió en La Nación de Costa Rica, un artículo muy interesante que titularon “Las palabras pueden cambiar su cerebro” donde se informa que varios científicos han explorado cuál es el poder de las palabras y su impacto en el cerebro. Se trata del estudio de los psiquiatras y profesores de las universidades de California y Thomas Jefferson, Mark Waldman y Andrew Newberg. Ellos publicaron su investigación sobre el tema en un libro titulado Las palabras pueden cambiar tu cerebro. En él reflexionan sobre las cargas de las palabras negativas y positivas y explican, por ejemplo, que cuando se escucha la palabra “no” al comienzo de un diálogo, el cerebro empieza a liberar cortisol, la hormona del estrés y la que nos pone en alerta. Por el contrario, cuando escuchamos un “sí”, se activa una liberación de dopamina, la hormona de la recompensa y el bienestar.

Continúa el artículo citando a Leonardo Palacios, neurólogo de la Universidad del Rosario, quién asegura que toda expresión hablada, sea positiva o negativa, produce una descarga emocional desde el cerebro.

Una palabra negativa o insultante activa la amígdala, estructura del cerebro vinculada a las alertas, y genera una sensación de malestar, ansiedad o ira. Y es ahí cuando la persona tiene dos posibilidades: responder de una manera similar (incluso con una agresión física) o actuar con indiferencia, acudiendo a la razón.

Las palabras positivas o estimulantes son asimiladas por el hemisferio derecho del cerebro, que es el de las emociones. Por lo tanto, van a generar placer, sorpresa y alegría. Sin embargo, aclara Palacios, todo depende del tono, el volumen y el contexto. “Hasta la ofensa más horrible puede ser asimilada si se dice en tono suave y amable”.

Comunicarse mejor. Ariel Alarcón Prada, psicoanalista y líder de un programa para la reducción del estrés, afirma que, antes que analizar las palabras, hay que revisar los procesos mentales y emocionales que las producen pues aquellas son una consecuencia final. La persona siente una emoción, la procesa internamente y luego escoge una palabra para denominar una emoción, y la comunica. Y ese proceso, es inconsciente.

Lo realmente importante es analizar el estado emocional de las personas y el porqué de la amargura o agresividad que las lleva a usar malas palabras. Es decir, tienen que buscar una reparación emocional para que puedan comunicarse mejor.

Hasta aquí la transcripción (Ver artículo completo en http://www.nacion.com/2012-11-19/AldeaGlobal/las-palabras-pueden-cambiar-su-cerebro-.aspx)

Sí, lo estamos logrando....

domingo, 18 de noviembre de 2012

La Nación de la Madre Tierra




Proclama de Costa Rica por la Paz con la Madre Tierra 2012*

Siendo que la humanidad atraviesa una profunda crisis debido a la degradación del medio ambiente a consecuencia de nuestra desconexión con la Madre Tierra;

Sabiendo que para lograr una solución a esta crisis es necesaria la unión entre el conocimiento de la ciencia contemporánea y la sabiduría de la tradición ancestral de los Pueblos Indígenas y Tribales;

Reconociendo que el pueblo de Costa Rica ha demostrado ser respetuoso de la paz, los derechos humanos y la relación con la naturaleza;

Siendo que los Pueblos Indígenas de Costa Rica, el Pueblo Indígena hermano de los miskitos y los miembros de la sociedad civil que han firmado el Acuerdo de Paz con la Madre Tierra están impulsando una alianza con el régimen municipal y el Gobierno de la República de Costa Rica para convertir el país en una nación con un modelo de desarrollo inclusivo, sostenible y carbono neutral para el año 2021;

Aceptando que la Madre Tierra es un ser vivo, que todas las formas de vida son sujetos de derecho y que la sostenibilidad y la mitigación de los efectos negativos del cambio climático solo podrán lograrse mediante la participación activa de todos sus habitantes;

Invitamos a todos los individuos, a otros Pueblos Indígenas y Tribales, organizaciones, empresas, naciones y a la comunidad internacional a unirse a los firmantes en la promoción y realización de las siguientes acciones:

PRIMERO. Avalar el siguiente Acuerdo de Paz con la Madre Tierra:

"Elijo aquí y hora, libre y conscientemente, firmar la paz con la Tierra y hacer lo que tenga que hacer para vivir de forma sostenible, conocer, minimizar y compensar mi huella de carbono y hacer que Costa Rica alcance el estado de Nación Carbono Neutral".

SEGUNDO. Invitar a quienes avalan dicho acuerdo a conocer y compensar su huella de carbono en sus respectivos países, o a través de las entidades dedicadas a ello en Costa Rica, independientemente de su lugar de residencia, de tal forma que la inversión sea utilizada en lograr la meta propuesta por los costarricenses para que otras naciones sigan su ejemplo.

TERCERO. Designar al 21 de diciembre como Día Uno, en homenaje al aporte de la sabiduría tradicional de los Pueblos Indígenas y Tribales a la necesaria y adecuada reconexión con la Madre Tierra.

CUARTO. Realizar todos los años durante el Día Uno las siguientes actividades:

1-Entregar a los gobiernos la lista de los firmantes del Acuerdo de Paz como contribución y compromiso de la comunidad local e internacional a la meta de la carbono neutralidad.

2-Solicitar a los y las jefes de Estado apoyar y promover los anteproyectos de ley necesarios para alcanzar la meta propuesta en cada Nación.

3-Realizar un fuego ceremonial de encuentro y reconciliación en donde se honre, acoja, apoye, aprecie y promueva la diversidad cultural de los Pueblos Indígenas y Tribales, grupos étnicos y culturas que habitan cada Nación.

4-Compartir una oración por la paz interior semejante a la que se compartirá en Costa Rica:

“Sabiendo que soy la evolución, que soy el propósito de la vida y que soy la Tierra. Sabiendo que soy la consciencia, que soy la vida y soy la humanidad. Reconociendo que soy responsable de lo que ocurre, que soy la esperanza y soy la respuesta, elijo, aquí y ahora, libre y conscientemente, hacer lo que tenga que hacer para firmar la paz con mi naturaleza esencial convirtiéndome en la persona que quiero ser, construyendo la vida que quiero vivir y haciendo sostenible la vida en la Tierra. Porque solo habrá paz en la Tierra si estoy en paz.”

QUINTO. En nombre nuestro y de nuestros antepasados, los firmantes invitamos al resto del mundo a declarar el 21de diciembre del 2012 el primer día de una nueva Era de unidad y de paz con la Madre Tierra, concebida como un ser vivo y consciente del cual todos formamos parte.

Porque nosotros, los miembros de esta alianza y los hombres y mujeres de buena voluntad de todos los pueblos y culturas, somos quienes habíamos estado esperando. Y porque este es el día del cual nos hablaron nuestros antepasados.

Así mismo, los firmantes nos declaramos miembros de una nueva nación sin fronteras: la Nación de la Madre Tierra, e invitamos al resto del mundo a participar en esta alianza, para que algún día todos los habitantes de la Tierra podamos exclamar juntos, más allá de nuestra diversidad:

¡SOMOS UNO!

10 de diciembre del 2012
Iztarú, Costa Rica

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*Esta Proclama fue redactada por Fundación Gaia con la participación de los firmantes del Acuerdo de Paz con la Madre Tierra hasta el día 11-11-2011, incluyendo a los nueve pueblos de Costa Rica y al pueblo hermano nicaragüense de los miskitos.