Cada palabra que utilizamos para describir lo que estamos proponiendo, surge del camino recorrido desde nuestras experiencias hacia nuestro jardín interior. La práctica del yoga de la Tierra y la meditación nos ha facilitado este proceso encontrando dentro de nosotros mismos las señales necesarias para encontrar las respuestas a las preguntas que tanto nos inquietan.
¿Cuál es mi papel en los eventos que están ocurriendo en el planeta? ¿Cuál es el sentido de mi vida? ¿Porqué y para qué estoy aquí? ¿Cómo puedo detener las prácticas que conducen al deterioro de la vida en la Tierra?
Yo Soy la Respuesta no es una declaración. ES un potencial que se activará cuando me convierta yo mismo en la respuesta. Cada uno de nosotros tenemos un potencial, el cual está latente y dormido, esperando al igual que las semillas, el agua necesaria para activar y desplegar la información que contienen. Me CONVIERTO en la respuesta cuando yo mismo me responda a las preguntas que me hago en la vida. Me convierto en el árbol que soy únicamente cuando lo riegue con el agua proveniente de mi propio pozo interior.
Se trata de recordar-sentir- activar-saborear en mi cuerpo y en mi estilo de vida, la vibración de lo que es ser “Yo soy la Respuesta”. Es poderme conectar con la frecuencia de que todo depende de mí, porque Yo Soy la Humanidad y cualquier cambio sólo puede venir de mí.
Es esta acción individual, en mis creencias, en mis respuestas emocionales, en mis hábitos y en mi estilo de vida la que va a generar el cambio. Son las respuestas a cómo me puedo convertir en instrumento de paz.
No basta con lograr llegar a ser carbono neutral. Se trata de crear una atmósfera en que puedan coexistir en armonía la libertad y el amor. Este es nuestro propósito vital el cual aún no hemos logrado.
La Proclama de la Paz con la Tierra es a la vez una elección y una herramienta. Es un medio que facilita el que una persona, aún cuando sea sólo por un instante saboree lo que es la vibración de su Fuerza interior cuando elige y decreta “Yo soy la Respuesta”. Es la Fuerza versus el Poder. La Fuerza sólo se pierde cuando entregamos el poder a alguien. Esto ocurrirá sólo cuando dejamos que sean los “otros” quienes determinen nuestro camino.
Un cuento sufí:
Una tarde, Rabiya -una famosa mística sufi- estaba buscando algo en la calle, junto a su pequeña choza. Se estaba poniendo el sol y la oscuridad descendía poco a poco.
La gente fue congregándose, y le preguntaron: -¿Qué haces? ¿Qué se te ha perdido? ¿Qué estás buscando?
Ella contestó:-Se me ha perdido una aguja.
La gente dijo: Se está poniendo el sol y va a resultar muy difícil encontrar la aguja, pero vamos a ayudarte. ¿Dónde se te ha caído exactamente? Porque la calle es grande y la aguja pequeña. Si sabemos exactamente dónde se ha caído resultará más fácil encontrarla.
Rabiya contestó:-Más vale que no me preguntéis eso, porque en realidad no se ha caído en la calle, sino en mi casa.
La gente se echó a reír y dijo:-¡Ya sabíamos que estabas un poco loca! Si la aguja se ha caído en tu casa. ¿Por qué la estamos buscando en la calle?
Rabiya replicó:-Por una razón tan sencilla como lógica: en la casa no hay luz y en la calle aún queda un poco de luz.La gente volvió a reírse y se dispersaron. Rabiya los llamó y dijo:-¡Escuchadme! Eso es lo que haceis vosotros. Yo me limitaba a seguir vuestro ejemplo. Os empeñáis en buscar la dicha en el mundo exterior sin plantear la pregunta fundamental: "¿Dónde la has perdido?". Y yo os digo que la habéis perdido dentro. La buscáis fuera por la sencilla y lógica razón de que vuestros sentidos están abiertos hacia el exterior: hay un poco más de luz. Vuestros ojos miran hacia fuera, vuestros oídos escuchan hacia fuera, vuestras manos se tienden hacia fuera; por eso estáis buscando fuera. Por lo demás os aseguro que no la habéis perdido allí, y lo digo por experiencia propia. Yo también he buscado fuera durante muchas, muchas vidas, y el día que miré dentro me llevé una sorpresa. No hacía falta buscar y registrar; siempre había estado dentro.....
Una sola humanidad. Un solo propósito:
firmar la paz con la Tierra
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