Viaje para firmar la paz con la comunidad Boruca:
Fecha: 5,6 y 7 de noviembre del 2011
Lugar: Kan-tan, propiedad de José C. Morales y Leila Garro
Este es un reporte de Espíritu Guerrero, líder indígena de la tribu Maleku, quienes ya aceptaron la disculpa y firmaron la Proclama de Costa Rica de paz con la Tierra. El estuvo de acuerdo en participar en las próximas ceremonias, sumándose a cada una de las tribus visitadas. En cada comunidad nombramos un representante ante el Concejo de la Nueve Tribus de Costa Rica.
Espíritu Guerrero, joven líder Maleku.
Domingo 30 de octubre: confirmo la visita a Boruca con el grupo de Francisco, me siento contento en poder ir a este poblado indígena, ahora me queda preparar el viaje.
Los asistentes por Yoga de la Tierra fueron:
1. Rocío Soto Ruiz
2. Maripaz Aguilera Morales
3. Victoria Medrano Guevara
4. Ana Lucia Castro Monge
5. Leslie Simmons Cannon
6. Francisco Javier Ortiz
7. Guillermo Chaves Hernández
8. Espíritu Guerrero
9. Samuel Ortega Aguilera
Viernes 4 de octubre: 7:00 am tome el bus para San José, y llegué a las 11:30 pm. Francisco me estaba esperando y luego fuimos a la casa, ahí tome un descanso para salir el día siguiente a nuestro destino, BORUCA.
Sábado 5 de octubre: me levanté a las 4:30 am, luego nos fuimos por los compañeros que iban con nosotros, en total fuimos 9 personas. Emprendimos el viaje, a algunos de los compañeros no los conocía, pero todo fue como si nos conociéramos de toda la vida, entre conversaciones y bromas, fuimos disfrutando del viaje.
Llegando al cerro la muerte nos detuvimos a pedirle permiso a la madre naturaleza para ver si nos deja pasar la montaña. Me toco a mí a pedir ese permiso, le pedí permiso y nos lo concedió. Empezamos a pasar por ella y de camino nos dio hambre.
Entre los compañeros se decían que íbamos a parar en un pequeño restaurant que se llama la Georgina, y Victoria, una de las compañeras, dijo que falta tan solo un kilómetro para llegar, pero resulta que ese kilómetro es el más largo que he vivido en mi vida.
Habiendo pasado varios kilómetros Victoria nos dijo, una vez más, que solo faltaba un kilometro para llegar. Al fin llegamos, pero llegamos con un hambre que nos hizo correr a buscar el desayuno.
Durante el viaje atravesando la montaña el camino se despejó y no hubo neblina ni tránsito. Eso fue como algo mágico y ahí nos dimos cuenta que la madre naturaleza y el gran espíritu nos había escuchado y nos acompañaba durante el viaje. Fue interesante que al llegar al restaurant, todo oscureciera de neblina y hubo mucho más tránsito. Al terminar nuestro desayuno volvimos a la buseta y seguimos a nuestro destino a BORUCA.
En mi mente y con mi corazón le pedí al gran espíritu que nos acompañase y que nos limpiara el camino, e instantáneamente el camino se despejó nuevamente, pero al mirar hacia atrás, vi que el camino se venía nublando tras de nosotros, y al pasar la montaña, todo se veía bien nublado.
Al tiempo llegamos a la desviación para ir al territorio Boruca. De ahí nos quedaba por recorrer unos 16 kilómetros. Al comienzo de esa entrada nos dio la bienvenida un pequeño ranchito boruca. Luego nos encontramos un señor, el cual se presenta con el nombre de Daniel Ortega, lo que nos hizo reír a todos, incluyéndolo a él, quien respondió con gran alegría y una sonrisa.
Francisco hablando con Daniel Ortega, un amable señor que nos dio indicaciones de como llegar a Boruca
Continuando nuestro camino hasta ver el poblado de Boruca. Al llegar vimos unos jóvenes trabajando la artesanía y nos detuvimos para mirar y hablar un poco con ellos. Sentí mucha alegría de ver que yo estaba con mis hermanos de Boruca, fue algo muy maravilloso para mí, porque eso era un sueño que se estaba haciendo realidad. Estuvimos por unos minutos compartiendo con ellos, seguimos y llegando a una pequeña pulpería preguntamos por la señora LEILA, nuestra anfitriona.
Espíritu Guerrero compartiendo con los artesanos Borucas.
Salió una señora que con una sonrisa nos dijo en donde lo podíamos localizar. Ahí nos estaba esperando un señor que nos recibió y nos guió hacia adonde ella.
Tomamos nuestra mochila y caminamos unos 30 minutos hasta llegar a nuestro destino, adonde la señora LEILA y su esposo José Carlos Morales nos recibieron en su rancho típico Boruca.
Luego nos instalamos en unos ranchitos donde nos sentimos muy a gusto, ya que se sentía como volver a vivir en la época antigua de los indígenas. Yo personalmente me sentí muy bien, ya que estaba en un lugar sagrado de los borucas y se sentía la energía de ese lugar.
El lugar donde nos instalamos en una propiedad que lleva el nombre de Kan-Tan.
Después de acomodar nuestras cosas entramos a uno de los ranchos y ahí llevamos a cabo una ceremonia de bienvenida.
LEILA y José Carlos nos presentaron a los espíritus de sus ancestros y nos fuimos a tomar nuestro almuerzo hecho por la mano de una boruca. ¡Una delicia!
Después de nuestro almuerzo regresamos al rancho a escuchar la historia de José Carlos. Nos contó cómo fue que salió de Boruca y como el sobresalió hasta llegar a ser parte del grupo de las Naciones Unidas que redactó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Sr, José Carlos Morales y Sra. Leila Garro.
Nos llevó unas horas escuchar su maravillosa historia, la tarde se nos fue muy rápido y llegó la hora de cenar y luego de dormir.
Samuel, Francisco, Guillermo y yo nos quedamos un poco mas, ya que faltaba falta algo para estar bien con los ancestros. Francisco y yo sentimos lo mismo: teníamos que tocar algún instrumento y cantar fuera del rancho, lo que hicimos bajo la luz de la luna y su energía pura.
Luego nos quedamos en silencio y notamos que todo estaba muy tranquilo… solo se escuchaba el sonido de la oscuridad. Fue como si solo nosotros estuviéramos y existiéramos en ese momento.
Fue algo mágico sentir todo esto. Luego nos fuimos a caminar entre la oscuridad, tan solo con la luz de la luna, en busca de algún mensaje de la Tierra. Nos dejamos guiar por ella, ya que sentíamos que nos llamaba, y al cerrar mis ojos, el mensaje llegó al sentí a los ancestros decir: “GRACIAS por guardarnos respeto. Pueden estar tranquilos, ya que hicieron lo que teníamos que hacer para esta bien con nosotros. Tienen nuestra protección”.
Fue algo muy maravilloso. Lo compartí con mis compañeros y nos llego la hora de ir a dormir, para descansar para el día siguiente.
Domingo 6 de octubre:
7:00 am Hora de levantarnos, baño y al desayuno. Luego fuimos a visitar las tumbas sagradas con una ofrenda para los ancestros. Leila nos hizo una limpieza con algunas plantas sagradas utilizadas desde la antigüedad y cada uno se fue a caminar por las tumbas.
Sentí que estaba en compañía de los ancestros de Boruca. Caminé con ellos por mucho tiempo y regresé porque ya teníamos que reunirnos con algunas personas del pueblo.
Nos reunimos todos, blancos, borucas y maleku, para hablar sobre nuestra visita.
Entre nosotros se encontraba una niña que nos llenaba de luz y alegría. Algo muy maravilloso. Les comentamos a nuestros hermanos de Boruca nuestro objetivo y uno por uno, fuimos hablando y dándoles las disculpas por los daños causado en el pasado y presente.
Entre nosotros se encontraba una niña que nos llenaba de luz y alegría. Algo muy maravilloso. Les comentamos a nuestros hermanos de Boruca nuestro objetivo y uno por uno, fuimos hablando y dándoles las disculpas por los daños causado en el pasado y presente.
Ellos estaban de acuerdo y aceptaron nuestras disculpas y también participar de nuestra misión. Luego fuimos a almorzar y le dimos a esta niña, ANIASHI, la misión de ser la Guardiana del Acuerdo de Paz con la Tierra de los Boruca y de recoger las firmas de apoyo.
Invitamos a los hermanos de boruca a participar en la yoga que teníamos en horas de la tarde, y de todos, solo se quedo la niña y su mamá. Nos preparamos y llego la hora de hacer yoga para abrir las puertas del alma, puertas que son muy buenas para nuestra vida general y espiritual.
A pasar el tiempo fuimos obteniendo la conexión y cada uno de nosotros abrió su puerta. Luego, algunos de nosotros contamos nuestra experiencia.
Yo tuve una visión, en la que vi a nuestro alrededor a los ancestros danzaban haciendo un círculo con nosotros en el centro. Luego vi una llama y supe que era la llama que vamos a encender el Día Uno. Me dijeron: “esa es la llama que andan buscando”.
La madre de la niña vio a un jaguar que se sentó junto a su hija para protegerla.
Aniashi nos dijo que ella también había tenido una visión, pero que no era el momento para compartirla todavía, entonces solo nos quedó esperar.
Luego de cenar Guillermo y yo acompañamos a la madre y la niña hasta el CENTRO DE BORUCA. De camino íbamos hablando de nuestra cultura y tradición, pero también sobre un problema que su tribu está viviendo: el alcoholismo. Les comenté que ese problema existió en nuestra comunidad y que por su causa muchos de nuestros hermanos mayores habían muerto.
Les dije que por eso no puedo quedarme callado y permitir que pase en otro pueblo.
Al final del camino nos despedimos y regresamos a nuestro campamento, disfrutando de la luna y del sonido de la oscuridad. Luego nos fuimos a dormir, ya que el día siguiente teníamos que regresar a casa.
Lunes 7 de noviembre: 7:00am. Nos levantamos y fuimos a desayunar, hablamos de nuestra estadía en este lindo lugar, terminamos nuestro desayuno y nos reunimos para hacer la ceremonia de despedida.
Le dimos las gracias a nuestros hermanos Borucas, a los ancestros y pedimos permiso para atravesar nuevamente entre la montaña.
Durante el camino hacia el pueblo venía haciendo una ceremonia, para que mis ancestros nos acompañasen durante el viaje y también despidiéndome de los ancestros de Boruca. Al terminar la ceremonia, escuché un sonido, el cual nunca en mi vida había escuchado, y luego sentí que mis ancestros y los de Boruca me habían escucharon y venían junto a mí.
Fue algo muy lindo para mí, ya que gracias a mi estadía en este lugar sagrado pude obtener una mejor conexión con los ancestros.
Al acabar la caminata me iba despedir de ellos pero algo pasó y llegó este mensaje:
“NO, AUN NO ES EL MOMENTO, LOS ACOMPAÑAREMOS HASTA CRUZAR LA GRAN MONTAÑA, EL CERRO LA MUERTE “.
Para mí fue algo muy impresionante, ya que supe que los ancestros apoyan lo que estamos haciendo y que todos podemos decir ”Yo soy tu…, tu eres yo …, somos uno!
Llegando al pueblo busqué un lugar para cambiarme. Buscándolo encontré a una joven que conoció a un primo mío. Ella me prestó un lugarcito de su casa para cambiarme, ahí me vestí de blanco para despedirme del lugar y de los ancestros con las mejores energías que ahí obtuve.
Luego de pasar unos minutos el grupo llegó. Este grupo pasó por la escuela de Boruca para despedirse de la niña ANIASHI, y ahí ella les compartió su visión: ella vio a toda su familia reunida junto al fuego. El fuego se apagó y al volverse a prender todos se habían convertido en animales. Después vio a su bisabuelo salir del fuego diciéndole: recuerda que naciste un 13 de febrero y que yo fallecí un 13 de febrero”.
Aniashi en su escuela junto a Francisco
La madre de ANIASHI confirmó que eso era cierto. Ahí fue donde todos le dimos la interpretación de todas nuestras visiones: que vamos en el camino correcto.
Entonces fui a despedirme de la niña, ya que no podía irme sin despedirme, porque sentí que en ese momento ella y yo solo somos uno, Fui con su madre hasta la escuela, me despedí y regresé, nos subimos al auto bus y emprendimos el camino de regreso.
A todos se nos dio mucho el dejar tan lindo lugar, pero había llegado la hora de partir Emprendimos el viaje entre risas y bromas mientras mantuve mi concentración y conexión, hasta pasar la gran montaña.
Ahí me despedí de los ancestros de Boruca, pero sabía que dentro de mi mente y mi corazón los llevaría siempre conmigo.
Regresamos a San José con la compañía de mis ancestros, y di las gracia por haber tenido esa oportunidad, una oportunidad que hace muchos años quería tener, y que al fin se hizo realidad.
Doy gracias al gran espíritu, a la madre tierra, a los ancestros y a todo el grupo de Francisco, por haber hecho realidad mi sueño.
AFEPAQUIAN TOCU,
AFEPAQUIA LACA.
CAPI, CAPI…………………..
Espíritu Guerrero