miércoles, 6 de julio de 2011

Don Pedro Cruz García, un maestro maya, Ajq'iij y el Día Uno.


Don Pedro Cruz García es un Sacerdote Maya,  presidente de la Asociación de Guías Espirituales Mayas Tzutujiles. Líder espiritual, Embajador de Paz, Guardián del tiempo. Es también un asesor muy influyente de los principales líderes políticos de Guatemala.

El ha confirmado su visita a Costa Rica el Día Uno, el 21 de diciembre del 2012. Según sus palabras; “porque esa es una manifestación de la unidad de la vida y porque esa es la orden que recibí del Gran Jefe”

Ese día realizará la ceremonia maya del fuego sagrado en representación del mundo maya. Esta es uno de los rituales más sagrados de su cultura.

Los representantes de la Conferencia Nacional de Ministros de la Espiritualidad Maya de Guatemala Oxlajuj Ajpop, manifiestan que; “las ceremonias sirven para conservar la unidad y la comunión entre las familias y la comunidad. Los Ajq’ijab’ buscan mediante la ceremonias sagradas, que se promueva en los seres humanos la rectitud, sabiduría, inteligencia, paz, armonía”.

“Las personas, las cosas y los eventos son partes de un todo cósmico conectado al "Ajab", dice Don Pedro. ("Ajab", término con el que denominan los Tzutujiles al Dios Universal).

Es un valiente defensor de las tradiciones y se encarga de impartir y preservar sus enseñanzas culturales del calendario maya y las ceremonias heredadas de los antepasados, también trabaja para disipar las malas interpretaciones que rodean su cultura. Es un incansable luchador por la unificación del pueblo Maya.

Reunión y confirmación de su visita.

La confirmación de su visita la hizo a través de Francisco Javier, que se reunió con uno de los abuelos del mundo maya más influyentes y conocidos, “a quien invité a participar en la celebración (adjunto invitación) y consulté sobre una aparente contradicción en mi sueño: el 21 de diciembre es el último día de la cuenta larga, por lo que el “día uno” debería ser el 22 de diciembre del 2012 y no el día anterior. De ser esto cierto probablemente los mayas no estarían de acuerdo en apoyar nuestra propuesta.

Don Pedro mostró gran respeto por el sueño, me indicó que hacía tiempo estaba esperando mi llegada, declinó la invitación a participar con nosotros en la Celebración del Día Uno y se ofreció a responder la consulta si antes venía a Costa Rica a verificar con sus propios ojos el trabajo de Fundación Gaia.

Dos semanas después Don Pedro llegó a Costa Rica y estando aquí, en nuestra celebración de El Día de la Tierra en el Centro Yoga Lamat, informó públicamente que no existía contradicción, pues el 21 de diciembre del 2012 se iniciaba un nuevo conteo dentro del sistema de calendarios. Además, se ofreció a venir a la celebración del Día Uno en representación de su pueblo.” (1)


El Tata Pedro Cruz inicia las ceremonias con la invocación: Oh corazón del cielo, oh corazón de la tierra, oh corazón del agua, oh corazón del fuego,  oh cuatro vientos que respiramos, oh corazón de nuestra vida…”

 Esto refleja una cosmovisión basada en La cuatriedad, que representa el equilibrio y la armonía. Los cuatro elementos vitales como fuente de vida: agua, aire, fuego y tierra.

También la cuatreidad se nutre con los cuatro cargadores o gobernadores que están ubicados en cada esquina del universo: E’, No’j, Iq’, y Kej, son autoridades espirituales que velan por el orden. (2)

Esta oración también refleja la cosmogonía maya del mito de la Creación, que se encuentra escrito en el "Popol Vuh" (libro sagrado de los mayas); “así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, que así son llamados los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua…” “De esta manera existía el cielo y también el Corazón del Cielo, que éste es el nombre de Dios. Así contaban.”

En la mitología maya, Qucumatz o también llamada Kukulkán es el dios de las tempestades. Creó vida por medio del agua y enseñó a los hombres a producir fuego.

Una de las 13 abuelas, la abuela Mona Polacca dice que "Si perdemos algunos de los fundamentos de la vida, como el agua, el aire, el fuego o la tierra, dejaríamos de existir. Todos los pueblos indígenas tenemos respeto por estos cuatro elementos.”

El dios de la América Central, parcialmente de los mayas, fue Ahulneb, el de la Cruz. Los cuatro vientos que producían la lluvia denominábanse los cuatro Bacabs.

Fuente: Portada del libro "Cosmovisión Maya en la Vida Social. Uk’u’x Mayab’ Tinamit,1998.

Los cuatro "Vientos" aparecen en los mitos de los Sioux, para ellos son como las "Potencias productoras" (en el sentido del término sánscrito Shakti) de las "Regiones del Mundo", y se conciben como dando la vuelta al horizonte y determinando la vida terrestre mediante sus influencias combinadas. El viento es como el "hálito" del mundo terrestre en el que vivimos; representa así la "respiración" cósmica. El "hálito" es en cierto sentido el vehículo del "alma" o del "espíritu"; de ahí la conexión etimológica de estas palabras en muchas lenguas; pero es también el vehículo activo de la vida, pues él es quien alimenta y purifica la sangre, soporte pasivo e inferior del elemento vital. El "hálito" es, pues, al mismo tiempo, el "alma" de la "vida", y está hecho así a imagen del Verbo divino cuyo Hálito creador ha hecho al hombre. Es extrarodinario que se den estas "coincidencias" en la cosmogonía de culturas distantes. http://www.affairesjs.com/sioux.htm

Se han realizado varios cortos de video sobre su labor y una película documental "La unificación de la sabiduría" que trata del trayecto en el corazón de Maya Maya Tz'utujil con Tata Pedro Cruz, como se le conoce en su país. Dan a conocer lo que los mayas creen que va a pasar en el 2012 y los viajes profundos circundados por el corazón de la sabiduría antigua y la forma en que es relevante para nosotros a medida que avanzamos hacia un mundo a la cima con gusto, la compasión y la unidad.

El viaje a Costa Rica es por la Unidad de la sabiduría ancestral, por una actividad que tiene como propósito brindar una atmósfera adecuada en la cual la humanidad firme la paz con la naturaleza.

Es maravilloso que haya confirmado su visita y nos honre con su presencia en esta celebración. Es también el que dispersará esta invitación a todas las esferas de la tradición maya, con el propósito de que compartan con nosotros este sueño, celebrando cada quien el Día Uno en su lugar sagrado.

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