domingo, 22 de enero de 2012

LA ABUELA MONA POLACCA Y EL DÍA UNO


Mona Polacca, hopi havasupai tewa de Arizona 



Francisco presentando el Día Uno a la abuela Mona Polacca

Mona Polacca, es la abuela de Arizona, del cañón del Colorado. Es una líder espiritual nativa de las tribus Havasupai, Hopi y Tewa. Estudió un doctorado en el Departamento de Justicia Interdisciplinaria de la Universidad Estatal de Arizona. Trabaja en el Consejo Intertribal de Arizona, en temas de salud, preservación histórica y cultural e incidencia política. Mona Polacca, es nieta del último jefe de su nación, conoció de cerca la lucha de su pueblo por recuperar parte de los terrenos arrebatados, la resistencia de su cultura hostigada.
Según la autora CHARLOTTE VAN DEN ABEELE los orígenes de los antepasados de Mona son de la tribu hopi/havasupai/tewa, son parte indisociable de su identidad. Su madre es havasupai, que quiere decir "gente de las aguas turquesas", originario de la zona del Gran Cañón. Su padre, eshopi-tewa, del norte de Arizona. Su apellido, Polacca, significa “mariposa”que simboliza en la cultura hopi la transformación espiritual del ser humano


La abuela Mona Polacca en el laberinto de la Tierra.


Mona comenta que los indígenas han pasado por un tiempo de lucha y de oscuridad del cual están saliendo como un gusano se transforma en mariposa:“Al principio se arrastra sobre la Madre Tierra en forma de gusano y solamente ve lo que tiene delante. Luego, llega el momento en el que se mete en un capullo y se adentra en la oscuridad. En esa oscuridad, tiene lugar un cambio completo. Al final, sale al mundo, a la vida, convertida en una criatura preciosa. Pero no emprende el vuelo inmediatamente, se queda a la espera, tomando contacto con los elementos de la vida, con el agua, con el aire, con el fuego y con la tierra. Luego, bate las alas y vuela y ve el mundo desde una perspectiva completamente diferente”. Ésta es la historia que le contaron a Mona cuando fue llamada mariposa.
Mona aprendió la forma de vida indígena de sus abuelos, quienes siguen presentes en todo lo que hace hoy en día. Aprendió a rezar para honrar a sus antepasados que a través de sus rezos hicieron posible que ella esté aquí: “Si yo puedo estar de pie o arrodillada sobre mi Madre Tierra rezando, es gracias a ellos”. La enseñanza más importante se la transmitió su madre, que le dijo que no había venido sola a este mundo, que siempre sería la representante de la familia próxima, de la comunidad, de la tribu, del pueblo y de las naciones indígenas, fuera donde fuera. Por eso, Mona tiene mucho cuidado cuando habla y actúa. El respeto al ser humano, a los elementos de la vida, a la naturaleza y a todo lo que la rodea es su guía para evolucionar en el mundo.


La abuela Mona Polacca y una preciosa niña invitada durante el Día Uno.
Mona Polacca lleva casi 30 años viajando para trabajar en casos de alcoholismo y drogadicción que azotan a los indígenas americanos. A partir de los años setenta, cuando se pusieron en marcha en las reservas los programas sociales de ámbito federal, Mona trabajó con los más jóvenes: organizó festivales para jóvenes y mayores donde los ancianos contaban a los jóvenes la forma tradicional de vivir la vida. Los jóvenes oían canciones, música y danza tradicionales, lo que les daba un sentido de identidad. Mona dice: “Así los jóvenes aprenden que esas formas de vida siguen existiendo, que no son algo de museo. Pueden tener en sus manos lo más sagrado de nuestras tradiciones. No es historia, es una parte esencial de nuestra vida actual”. Mona Polacca ha llevado a cabo varios estudios sobre el comportamiento adictivo, la violencia doméstica dentro de los pueblos indígenas y sobre los ancianos. Posee además más de 10 años de experiencia como consultora de servicios de evaluación y soporte técnico para programas sociales y de salud adaptados a los ancianos de tribus indígenas. Una de las grandes preocupaciones actuales de Mona y del Consejo de las Trece Abuelas es el agua, su accesibilidad a todas las comunidades y la preservación de las medicinas de la Tierra, sin olvidar el tema de las patentes.


La abuela Mona Polacca en la audiencia en Casa Presidencial el Día Uno.
Mona recuerda una frase de un profesor espiritual suyo que resume bien la acción de las abuelas y la suya: “Es en el compartir de los sueños que un sueño se mantiene”. La manera de preservar su cultura, sus ceremonias y sus conexiones espirituales reside en compartir los conocimientos, así se mantienen vivas, presentes física y espiritualmente.
Resumen de http://www.1325mujerestejiendolapaz.org/sem_mona.html


Detalle de la vestimenta de la abuela Mona Polacca con una mariposa azul.

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