“Yo soy la conciencia” y el mono número 100.

MACACO mono japonés en aguas termales, Jigokudani, Japón

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“Yo soy la conciencia” es una de las afirmaciones de Yoga para el Alma. Es una de las oraciones que componen uno de los mapas de las afirmaciones del alma. Estas pocas palabras indican el camino a seguir para romper la identificación con la pequeña estructura de la personalidad a través de la identificación provisional con una dimensión superior del ser:

◦Yo soy la evolución.

◦Yo soy el propósito de la vida.

◦Yo soy la Tierra.

◦Yo soy la conciencia.

◦Yo soy la vida.

◦Yo soy la humanidad.

◦Yo soy responsable de lo que pasa en la Tierra.

◦Yo soy la esperanza

◦Yo soy la respuesta.

Esta semana tratamos que realizar nuestras elecciones personales, y dimensionar nuestros propósitos a través de esta afirmación: “Yo soy la conciencia”. En su etimología Conciencia tiene origen en el vocablo latino conscientĭa (“con conocimiento”), formada por el prefijo con que significa convergencia, reunión y scientia o sea ciencia, de sciere (saber).  Conciencia es la capacidad de saber y está estrictamente ligada a un Yo social.

Es para mí claro que cuando nos decimos a nosotros mismos, yo soy la conciencia, tiene que sobrepasar el ego. Estoy en otro nivel de conciencia en que me abro a otra dimensión, es la conciencia de quien me creó, la que juntó el polvo de estrellas, el agua, la luz y su energía, los que conforman mi ser. Es la conciencia de la inteligencia superior que produjo  la vida misma. Lo que soy está en el código de la vida que es anterior a todo lo conocido.

Para tener otra perspectiva de lo que significan estas palabras podemos recurrir a Krishnamurti, el dice: “…hay una sola conciencia de la humanidad… Es toda una única conciencia”… “Cada uno de nosotros piensa que somos psíquicamente, individuos separados... Lo que hemos hecho en el mundo es una confusión colosal”…“Cada cual piensa que tiene que hacer lo que quiere: realizarse a sí mismo.” “la conciencia de la humanidad es una totalidad inseparable.” “El pensamiento, por su misma naturaleza, es divisivo, fragmentario: por lo tanto, “yo” soy un fragmento." (De esa conciencia de la humanidad).

También dice que “la conciencia del mundo es mi conciencia. En esa conciencia está contenida toda la conducta del hombre, la miseria humana, la crueldad, el daño; todas nuestras actividades están dentro de esa conciencia.” Hay por tanto una conciencia colectiva.

Krishnamurti es un pensador extraordinario, me aclara mucho el conocer sus criterios sobre la “interdependencia de la conciencia”. La autoconciencia humana es solo en primer eslabón. Reconozco mi  propia experiencia mental. Es esta la cognición que le permite a una persona meditar, pensando sobre su propio pensamiento.

La “conciencia autorreflexiva del yo” me permite procesarme como ente individual. Es tan personal y único como lo soy yo. Aunque sé que este Yo pudo germinar porque, en esta etapa de la evolución humana la materia “alcanzó” un nivel “evolutivo apropiado de organización”. También porque es razonable  concluir que la vida misma manifiesta un estado de conciencia desde sus cimientos. Puede llamarse el conciente o inconciente colectivo, constituido por una serie de individuos pensantes y que son capaces de reinventarse y de paso construir la historia.

Pertenezco a una sociedad y a una cultura, poseemos un lenguaje común, no solo con mis congéneres afines, sino con todos los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo. El inconsciente no se racionaliza. La teoría de “el inconciente colectivo” de Jung establece que existe un lenguaje común a los seres humanos constituido por símbolos primitivos con los que se expresa un contenido de la psique que está más allá de la razón. Jung propuso su la teoría del Inconciente Colectivo que es; "algo que vive y permanece bajo el eterno cambio"..."Lo inconscientes colectivo es todo menos un sistema aislado y personal. Es objetividad, ancha como el mundo y abierta al mundo"
Estamos sembrando una semilla en el inconciente colectivo. Una semilla que aspiramos nazca de la unión de todas las tribus de Costa Rica alrededor del fuego sagrado.

Apelamos en la capacidad del hombre de reinventarse y que usted sea el mono número cien. La teoría del Mono número 100 concluye que; "cuando un número limitado de personas conoce una cosa nueva, solo es propiedad de esa personas. Pero hay un punto en el cual una sola persona más sintoniza ese conocimiento, el campo se refuerza de manera tal que el conocimiento es adquirido por casi todos". Se da un salto para convertirse en un bien cultural.

Nosotros estamos proponiendo que el Día Uno sea el día en que encontremos el mono 100 con el cual damos un salto cualtitativo que cambie el curso de nuestra relación con el Planeta. Necesitamos una persona más que asuma su Acuerdo de Paz con la Tierra y haga la diferencia.

 Cuando también decimos, como los mayas, “yo soy tu, tu eres yo” y “todos somos uno” lo que hacemos es admitir que “hay una sola conciencia de la humanidad…” y que podemos tener un propósito colectivo. En esta época de la historia ese propósito es casi una urgencia: hacer sostenible la vida en la Tierra. La Tierra es Nuestra Madre y “todo lo que le ocurra a la tierra, les ocurrirá a los hijos de la tierra.” dijo el Jefe Seatle. Es hora de hacer un cambio de dirección del timón. Así es.

Arq. Guillermo Chaves H.